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Mediación interna y parcial

Gorka Espiau
Associat sènior de l'ICIP i del CICR de la Universitat de Columbia
Gorka Espiau

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La teoría de transformación de conflictos ha definido tradicionalmente los procesos de mediación y a los mediadores como agentes imparciales1, alejados de manera equidistante entre las partes enfrentadas. Este artículo presenta otra modalidad de mediación, políticamente incorrecta, cada vez más habitual y sobre todo muy efectiva.

John Paul Lederach y Paul Wehr2 fueron los primeros en conceptualizar la mediación denominada interna y parcial. Su trabajo partía del análisis del trabajo desarrollado por el grupo "Contadora" liderado por Oscar Arias en El Salvador, Nicaragua y Guatemala. La mayor parte de las reflexiones expuestas en este trabajo siguen siendo hoy todavía validas, ya que sirvieron para desmitificar la forma en la que los agentes mediadores desarrollan su labor pero tal vez haya algún aspecto que pueda ser revisado. En opinión de estos autores, la cultura social y política de esta parte del mundo requería un tipo de mediador diferente al modelo occidental por lo que condicionaban la aplicación de este tipo de mediación a un espacio geográfico determinado.

El tipo de intervención descrita por Lederach y Wehr requiere personas con la capacidad de transmitir confianza a los sectores más irreductibles desde una vivencia personal muy cercana. A diferencia del mediador tradicional, son personas que pertenecen a la propia comunidad sobre la que actúan y que permanecen en el teatro de operaciones cuando las delegaciones internacionales han concluido su trabajo.

Esta circunstancia limita su capacidad de influencia a una de las partes del conflicto. Son personas que entienden perfectamente las motivaciones, aspiraciones y estrategias de uno de los sectores porque han vivido, sufrido y muchas veces militado en esas posiciones. Sus relaciones con los protagonistas del conflicto son personales, construidas durante décadas y normalmente ostentan un status de autoridad en esa comunidad.

Esta autolimitación del campo de actuación no quiere decir necesariamente que su visión del conflicto sea parcial. Entre las motivaciones más profundas de los mediadores parciales prima el deseo influir en el cambio de posiciones internas. Comparten los objetivos políticos de los más cercanos pero discrepan de sus estrategias. Son, en definitiva, capaces de descubrir la verdad del otro.

Siendo muy conscientes de las limitaciones que supone este tipo de intervención interna, en la mayoría de los casos estas personas crean lazos de relación con otros mediadores que pueden realizar una labor similar con la otra parte en conflicto. Lo paradójico de esta red de relaciones, construida a través de mediadores parciales, es que puede llegar a ser más imparcial que la labor tradicional del agente externo. Otras ventajas de este tipo de mediación frente a la tradicional es que los mediadores internos conocen mucho mejor los matices de cada situación y es mucho más difícil ocultarles las aspiraciones no verbalizadas.

La motivación para conseguir el objetivo de la paz también es distinta. Unos buscan el bien común y ponen en juego su prestigio profesional, y otros se juegan su propio futuro y el de sus familias. Es evidente que ambos objetivos son igual de legítimos, pero los costes del fracaso son muy diferentes. Unos se lo pueden permitir y otros no.

Pero volviendo a la conceptualización de este tipo de intervención por la paz, la limitación del mediador interno y parcial a esta zona geográfica no parece tener mucha base científica. Un estudio del Instituto Berghof 3 publicado en 2009 documenta este tipo de mediación en países tan lejanos como Nepal, Uganda, Mali, Filipinas, Burundi, Kenia, Kyrgyzstan, Argelía, Burundi, Congo, Macedonia, Malí, Mexico, Nepal, ,Sri Lanka, Uganda y Suiza.

Todavía más cerca, este tipo de mediación ha ejercido en Irlanda del Norte una influencia igual de importante que la protagonizada por el Senador George Mitchell. Los sacerdotes Alec Reid, en la parte católica y Harold Good, entre los protestantes, consiguieron convencer a sus respectivas comunidades de que no había otro camino hacia la superación del conflicto que el compromiso unilateral con las vías exclusivamente políticas y democráticas. No sólo eso, fueron capaces de crear un sistema de comunicación e influencia entre ambas iniciativas mediadoras que les llevo a ser nombrados por los gobiernos británico e irlandés como fedatarios del decomiso de los grupos paramilitares tras la firma de los acuerdos de paz.

El éxito de esta actuación llevo a estas mismas personas a ser requeridos para transmitir su forma de trabajar a los movimientos por la paz en el País Vasco4. Existe división de opiniones5 sobre el impacto de esta intervención, pero lo que no cabe duda es que dejaron huella. En la actualidad, la única iniciativa internacional dirigida a reconstruir un proceso de paz en el País Vasco está siendo conducida bajo esta misma metodología. El sudafricano Brian Currin lleva varios años trabajando específicamente con representantes de la ilegalizada Batasuna con el objetivo de que sigan el mismo camino que los republicanos en Irlanda del Norte. Su actividad es denostada por el gobierno español y los principales partidos de ámbito estatal, pero esta circunstancia no ha sido capaz de detener su trabajo hasta el momento. Recientemente, el diario El País6 informaba que Brian Currin es la persona elegida por la izquierda abertzale para redactar las conclusiones de su debate interno sobre un hipotético final de la violencia.

Como conclusión de este artículo, podemos afirmar que si la mediación interna y parcial funciona y está siendo utilizada en todo el mundo, asistimos a una auténtica revolución en la forma en la que pueden ser abordados los procesos de construcción de paz. El modelo de mediación externa e imparcial, un tanto idealizado, deja paso a una mediación más humana. Con las grandezas y limitaciones que esto supone.


1. Zartman, I. William and Saadia Touval. "International Mediation in the Post-Cold War Era." In Turbulent Peace: The Challenges of Managing International Conflict. Edited by Crocker, Chester A., Fen Osler Hampson and Pamela Aall, eds. Washington, DC : United States Institute of Peace Press, September 1996.
"Mediation is best thought of as a mode of negotiation in which a third party helps the parties find a solution which they cannot find by themselves." [p. 446]. (Tornar)
2. John Paul.Lederach, Of Nets, Nails, and Problems: The Folk Language of Conflict Resolution in a Central American Setting. Conflict Resolution: Cross-Cultural Perspectives. Ed. Kevin Avruch, Peter W. Black and Joseph A. Scimecca. Greenwood Press: New York, Westport, Connecticut, London, 1991. Pp. 165-186. (Tornar)
3. "Insider Mediators. Exploring Their Key Role in Informal Peace Processes." (Tornar)
4. "The Basque conflict. New ideas and prospects for peace". SR 161. United States Institute of Peace. Abril 2006. Washington DC. (Tornar)
5. "Alec Reid and the Basques" Rogelio Alonso. Fortnight, No. 439 (Dec., 2005), pp. 6-7 . Fortnight Publications Ltd (Tornar)
6. Diario El País. 3/01/10 (Tornar)