Diálogo en sociedades polarizadas

La generación de entornos dialógicos

De la misma manera que la (re)producción de un conflicto es un proceso comunitario donde diversas partes del sistema social interactúan de forma confrontativa y excluyente, la resolución temporal o la transformación del conflicto también lo es. Esta paradoja (para resolver el conflicto necesito trabajar de manera colaborativa con la parte en conflicto), es la premisa de partida para el restablecimiento de un entorno de convivencia básico. Solo cuando el conflicto nos transforme, seremos capaces de transformar el conflicto.

En este escenario, uno de los primeros pasos para el restablecimiento de la convivencia se basa en generar una dinámica donde las partes puedan i) hacer sentido colectivo de lo ocurrido, ii) sanar y trascender las heridas del pasado, iii) trazar conjuntamente una visión compartida de futuro. Ahora bien, ¿Cómo generar las condiciones para que este trabajo se pueda realizar?

La práctica del diálogo entre múltiples actores en conflicto se basa en tres aspectos fundamentales. Uno es el relacional (lo político), otro es el racional (lo cognitivo) y el tercero, el emocional (lo traumático). Estos tres aspectos se retroalimentan constantemente, ya que una dinámica relacional basada en el respeto y el reconocimiento mutuo del daño causado ayuda a las personas involucradas a confiar y mostrarse vulnerables a la hora de procesar sus vivencias del pasado, y a compartir sus aspiraciones para el futuro.

Solo cuando el conflicto nos transforme, seremos capaces de transformar el conflicto

Mínimamente, se tienen que dar una serie de condiciones para el diálogo:

– Cambio en nuestro sistema operativo. Trabajar desde una perspectiva dialógica-convivencial supone transitar del principio de no contradicción (esto o aquello, separación, debate) al de complementariedad (esto y aquello también, interdependencia, diálogo). Todas las verdades fragmentadas presentes en el sistema tienen su lugar y pertinencia, ya que nos ayudan a ver una parte de la realidad que en principio no somos capaces de ver por nosotros/as mismos/as. De ahí la importancia de la diversidad, la inclusión y la complementariedad en los procesos de diálogo.

– Motivación. Tiene que haber una motivación de partida para el diálogo en los actores en conflicto; sea ésta intrínseca (una toma de conciencia y una intencionalidad genuina de cambiar la dinámica de relacionamiento entre las partes) o extrínseca (presiones o incentivos provenientes de terceras partes). Aquí el reto pasa por combinar estas dos pulsiones. Pero, sobre todo, la tarea se centra en ayudar a las partes a dar el paso hacia el diálogo desde el convencimiento interno de que ese es el camino a seguir hacia la convivencia.

– Contenedor sólido. Un proceso de diálogo requiere una infraestructura básica: recursos humanos, económicos, logísticos, voluntad y apoyo político, tiempo, arquitectura institucional, etc. Necesitamos crear un contenedor lo suficientemente sólido como para sostener todas las tensiones que puedan darse durante el proceso.

– Grupo diverso e inclusivo. Una configuración inclusiva y plural del grupo ayuda a que éste sea una representación del sistema que se quiere transformar. Ha de ser diverso, para ser capaz de integrar todas las voces, todas las memorias y todas las vivencias.

– Condición interior. Es fundamental considerar y cuidar los aspectos psico-emocionales de las personas en diálogo. El éxito de la intervención dependerá de la condición interior de estas personas, y de las que promueven estas iniciativas. Muchos actores involucrados en procesos de conflicto, donde se requieren una serie de capacidades, entran luego en procesos de diálogo donde las capacidades demandadas son otras. Y la condición interior del que interviene no es la misma en un contexto de conflicto que en uno de diálogo. Para lograr esta transición hay que procesar los traumas y atascos emocionales acumulados durante el conflicto.

– Generación de comportamientos e iniciativas modélicas. A menudo este tipo de grupos, en este tipo de contextos, crean espacio para la emergencia de iniciativas y liderazgos de corte convivencial, capaces de practicar de manera modélica los comportamientos que necesitamos consolidar en nuestra sociedad.

Un proceso de diálogo requiere voluntad política, motivación, trabajo personal, infraestructura, diversidad, inclusión y complementariedad

La iniciativa Memorialab1. Diálogo, memoria y sanación social para una nueva convivencia en el País Vasco

¿Qué forma toma todo esto en aquellos conflictos identitarios de largo recorrido? La propuesta que estamos trabajando desde Memorialab integra la práctica del diálogo con la gestión de la memoria y la emocionalidad. Este triángulo virtuoso (diálogo, memoria y sanación social) es la base para el restablecimiento de dinámicas convivenciales en Euskadi.

Memorialab es una iniciativa de construcción social de la memoria a través de encuentros de personas que, de una manera u otra y desde distintos lugares, edades, géneros e ideologías, se han visto afectadas por el contexto de violencia de motivación política vivido durante las últimas décadas en la Comunidad Autónoma Vasca. En estos encuentros intergeneracionales y plurales, las personas comparten sus propias vivencias sobre la violencia política y la alteración de la convivencia ciudadana. Esto lo hacen desde la experiencia personal y el respeto mutuo.

Durante el periodo 2014-2018 se han realizado siete Memorialabs (seis en Euskadi y uno en Madrid con personas colombianas afectadas por el conflicto de su país) con una participación promedio de 15-18 personas por encuentro. También se han llevado a cabo numerosas actividades de difusión de la experiencia tanto en España como en el ámbito internacional (seminarios, conferencias, jornadas, mini-talleres, etc.).

A partir de la experiencia de Memorialab hemos identificado algunos aprendizajes:

– Transmisión intergeneracional del conflicto y el trauma. El trabajo con memoria desde un enfoque sistémico permite transformar de manera sanadora las consecuencias de la transmisión intergeneracional de traumas no procesados.

– Memoria, olvido y la resistencia a revisitar el pasado. Dolor, sufrimiento, ira contenida, miedo a la autocrítica, la estigmatización social vivida, no reconocimiento del dolor causado, etc. se traducen en resistencias a querer recordar y revisitar el pasado. Estas resistencias para trabajar con la memoria, al ser personales, tienen también una expresión social, política e institucional. En ocasiones hemos visto cómo algunas personas responsables de estas instituciones muestran su resistencia a apoyar este tipo de iniciativas, en parte porque ellas mismas no han acabado de procesar lo vivido; e inconscientemente se resisten a enfrentarse con esta realidad. Esto condiciona negativamente el trabajo de transformación que puedan hacer desde esas instituciones.

– El poder del silencio. Una moneda de dos caras. Al silencio forzado reproductor del statu quo se contrapone el silencio sanador, aquel que crea un espacio íntimo para el trabajo interior a nivel personal y grupal. Memorialab genera un entorno sereno, donde las personas participantes encuentran las condiciones adecuadas para procesar internamente las consecuencias del conflicto.

– Sanación social y emocionalidad. Memorialab no pretende ser un ejercicio terapéutico, pero sí genera un contenedor seguro donde la gente, aun en su vulnerabilidad, encuentra un espacio para compartir, sentir y sanar; para trascender su propio sufrimiento y conectar, en mayor o menor medida, con los otros sufrimientos y vivencias.

– Habitando todos los roles del conflicto. El darse cuenta conscientemente de haber ejercido distintos roles a lo largo del tiempo (i.e. víctima y perpetrador en distintos momentos y contextos) promueve la reflexión autocrítica, la reconciliación con uno/a mismo/a, la humanización y la superación de las consecuencias del conflicto. El (re)conocer y habitar conscientemente esos roles (víctima, perpetrador, testigo, beneficiario, etc.) permite trascenderlos, abriendo la puerta a una conversación más transformadora sobre cómo nos relacionamos hoy en día los vascos y vascas.

Esta experiencia nos ha permitido identificar distintos retos y obstáculos que sobrepasar: la necesidad de superar el miedo y la vergüenza para hablar públicamente sobre el pasado, rompiendo el silencio degenerativo; lograr una mayor involucración de las instituciones públicas y sus representantes en la promoción del diálogo ciudadano no tutelado, no controlado, abierto a la ciudadanía y sus maneras;  el impulso de (nuevos) liderazgos basados en la convivencia, el diálogo y el respeto en la diversidad, la sistematización y difusión de experiencias en marcha, propias y ajenas, para acelerar el aprendizaje social e institucional necesario; y la necesidad de desarrollar capacidades para la mejora metodológica y para el fortalecimiento de organizaciones de la sociedad civil trabajando en diálogo, memoria y sanación social.

El reto es grande, pero la recompensa también… y está en nuestras manos lograrlo.

SOBRE EL AUTOR
Iñigo Retolaza tiene una larga experiencia internacional en la facilitación de procesos de acompañamiento personal, aprendizaje organizativo y cambio social entre múltiples actores inmersos en contextos de conflicto y alta diversidad sociocultural. En el País Vasco ha facilitado espacios de dialogo multi-actor sobre educación, migraciones, convivencia o diversidad, y encuentros ciudadanos dirigidos a procesar las consecuencias del conflicto vasco (construcción social de la memoria y sanación social).

1. Memorialab es una iniciativa ciudadana ideada e implementada de manera colectiva por tres organizaciones vascas de largo recorrido en el ámbito de los derechos humanos, transformación de conflictos y cultura de paz: Gernika Gogoratuz, Bakeola, Museo de la Paz-Gernika. Los encuentros son dinamizados por Iñigo Retolaza, facilitador con experiencia internacional en procesos de diálogo multi-actor en contextos de conflicto. Para más información ver Retolaza I., et al., 2019, Memorialab. Encuentros ciudadanos para la construcción social de la memoria, FGG/BAKEOLA/MUSEO DE LA PAZ: Gernika; Retolaza I., 2018, Memorialab. Encuentros ciudadanos para la construcción social de la memoria. Una nota de aprendizaje, no publicado.

Fotografía: Programa MemoriaLab

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