El ICIP ha presentado en rueda de prensa el estudio «El arraigo de las ideas involucionistas y belicistas en Cataluña» (Informe ICIP, 24/2025, disponible en catalán). El trabajo, realizado por el periodista y analista de datos Roger Tugas i Vilardell, analiza qué sectores de la población catalana defienden más las ideas contrarias a los valores democráticos, los derechos humanos y la paz, como el racismo, el machismo, la LGTBIfobia o el militarismo.
Los datos se han extraído de siete encuestas de instituciones públicas. Se ha realizado un análisis en profundidad de la Encuesta ICIP 2022 “Convivencia y cohesión en Cataluña” y la Encuesta ICIP 2023 “Convivencia y seguridad en Cataluña”, y se han estudiado sondeos complementarios sobre valores y hábitos del CEO y el CIS del año 2023, así como la Encuesta Social Europea. Los datos de un total de 130 preguntas se han cruzado a partir de diferentes variables: edad, sexo, nivel de estudios, tamaño del municipio de residencia, grado de confianza social, renta o preocupación por la seguridad.
El estudio forma parte de la línea de trabajo «Diálogo social y político«, con el objetivo de fomentar la convivencia, el diálogo y la cohesión social en Cataluña. Según ha explicado el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, «es fundamental saber gestionar la discrepancia y los conflictos de manera constructiva, y por eso queremos entender en cuáles de la sociedad arraigan más los valores antidemocráticos y qué factores explican estas actitudes, con una mirada amplia y huyendo de las respuestas simplistas».
Principales conclusiones
El estudio confirma que los planteamientos machistas, homófobos, transfóbicos, racistas, autoritarios y belicistas arraigan más entre los hombres, especialmente los chicos jóvenes, y entre las personas que tienen poca confianza social, más preocupadas por la seguridad o el incivismo y con dificultades económicas.
Sin embargo, no se percibe una tendencia generacional hacia posturas más conversadoras: la gente joven no es menos feminista ni más racista que el conjunto de la sociedad. Por el contrario, la juventud defiende más el derecho al aborto, los derechos LGTBI y las nuevas formas de relación sexoafectivas. Asi mismo, los jóvenes sí que defienden más el punitivismo y la defensa militar.
Según el autor del estudio, Roger Tugas y Vilardell, «las personas que más abrazan las ideas involucionistas son aquellas que padecen incertidumbres, inseguridades y miedos ante un horizonte pesimista, marcado por la precariedad y una sociedad cambiante«. Este perfil identifica a los jóvenes, en su mayoría hombres, un colectivo muy expuesto en las redes sociales -donde predominan discursos de odio-, con dificultades económicas para emanciparse y con un bagaje político menos consolidado y, por tanto, más permeables a adoptar ideas nuevas. Pero el autor descarta que sea exclusivamente una cuestión generacional y de género, sino multifactorial.
En este sentido el director del ICIP ha destacado que a menudo se criminaliza a los chicos jóvenes como seguidores de las ideas de extrema derecha pero «hay actitudes retrógradas en todos los segmentos de la sociedad».
Cruce de variables
A partir del cruce de distintas variables, el estudio constata que la percepción de la convivencia está relacionada con las expresiones de racismo, intolerancia o militarismo. Por ejemplo, entre las personas que creen que la convivencia en su barrio/municipio es muy mala, sólo el 43% vería bien que un hijo o hija se casara con una persona refugiada. En cambio, entre las personas que creen que la convivencia es muy buena, el porcentaje de aceptación asciende al 67%. Asimismo, las personas que manifiestan que la convivencia en su barrio/municipio es muy mala son más propensas a defender el gasto militar.
El análisis permite también establecer una relación entre la percepción personal de éxito o fracaso y la valoración de la inmigración. Un 58% de las personas que se perciben como perdedoras afirman que los inmigrantes delinquen más que a las personas autóctonas. Entre las personas que se perciben como ganadoras sólo lo cree el 25%.
Por otro lado, el estudio aporta conclusiones a partir del cruce de las variables edad-género y edad-uso de la violencia. En el primer caso, el informe constata que los hombres son más machistas que las mujeres y, en particular, la diferencia es más notable en el caso de jóvenes. Según los datos analizados, el 23% de los jóvenes (hasta 30 años) están muy o bastante de acuerdo con la afirmación “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”, y un 20% cree que la violencia de género es un invento del feminismo. Asimismo, según el estudio, uno de cada tres jóvenes estaría dispuesto a utilizar la violencia para defender sus ideas y valores, doce puntos más que cualquier otra franja de edad.
Espacio web interactivo
El estudio se complementa con la creación de un espacio web que ofrece la posibilidad de interactuar directamente con los datos, a partir del cruce de múltiples variables como el género, la edad, el nivel de estudios y el grado de confianza, entre otros. Concretamente, la página permite explorar los datos en función de cuatro apartados: Edad y género, Confianza social, Precariedad material y Sensación de inseguridad.
El espacio web agrupa unos setenta gráficos, los cuales también se pueden consultar por temáticas: Machismo, LGTBIFobia, Racismo, Militarismo y Tolerancia con la diferencia.