Como institución de construcción de paz, el ICIP ha tratado de manera recurrente las realidades confrontadas al fenómeno de las desapariciones forzadas e involuntarias, en particular en países como México o Colombia. Considerada como una de las violaciones más graves de los derechos humanos, la desaparición forzada representa un enorme reto en los procesos de construcción de paz, tanto en contextos de transición después del conflicto armado, como en territorios con niveles elevados de violencia estatal y criminal. En estos contextos, la necesidad de verdad, justicia y reparación se erigen como condiciones indispensables para la convivencia y la reconciliación, así como para ofrecer garantías para que la población pueda vivir con la seguridad de que estos hechos no se repetirán en el futuro.

Las cifras de las desapariciones forzadas en todo el mundo son escalofriantes. Se estima que más de 60.000 personas desaparecieron en México entre 2006 y 2019; que son más de 80.000 en Siria desde 2011; que entre 60.000 y 100.000 personas desaparecieron en Sri Lanka desde finales de la década de 1980 hasta 2009; que unas 30.000 sufrieron el mismo destino durante la dictadura de Videla en Argentina y, en España, que unas 114.000 personas fueron víctimas de desaparición durante la guerra civil y el franquismo.

Tras todas estas cifras y otras realidades no recogidas en este fúnebre recuento, hay personas con un nombre y una historia, familias con la dolorosa angustia de no saber si un ser querido está vivo o muerto, si está pasando frío o hambre, si algún día podrá volver ni dónde ha sido enterrado. Más allá del sufrimiento individual, la desaparición forzada de personas impone miedo y desconfianza entre las comunidades y, en muchos casos, distorsiona o erosiona el tejido social.

Esta infografía realizada por el ICIP sintetiza el abasto y impactos de las desapariciones en el mundo desde una óptica de construcción de paz.