Con motivo del Día Internacional contra el Discurso de Odio, el miércoles 18 de junio, el ICIP ha coorganizado la jornada «El odio no chuta: Fútbol por la convivencia«, una iniciativa conjunta de entidades sociales e instituciones para reivindicar la cohesión social y la convivencia frente al racismo y la exclusión.
Ha sido una acción promovida por la asociación Street Soccer Barcelona, pionera en el uso del fútbol como herramienta de inclusión y empoderamiento comunitario, Novact, el ICIP y el Club Deportivo Europa, el primer equipo catalán en declararse contrario al racismo, al fascismo, al machismo, a la homofobia y al bullying, que ha cedido el campo Nou Sardenya para un partido muy especial.
Una selección formada por miembros de Street Soccer Barcelona, del ICIP y Novact han jugado un amistoso contra personas vinculadas al Europa, con el objetivo de celebrar la diversidad y hacer una acción colectiva para hacer frente al odio desde la acción comunitaria y el compromiso transformador. Street Soccer ha presentado su nueva equipación, diseñada con la colaboración de Top Manta, la marca de ropa social y solidaria del colectivo de manteros de Barcelona.
Los valores del deporte para la construcción de paz
Antes del partido, en las mismas instalaciones del Nou Sardenya se ha presentado la acción, en una mesa redonda con participación de Raül Romeva, doctor en Ciencias de la Educación y el Deporte y en Relaciones Internacionales; Íngrid Hinojosa y David Sow, de Street Soccer Barcelona; Luca Gervasoni, codirector de Novact, y Kristian Herbolzheimer, director del ICIP. La sesión, moderada por Eric Hauck, ex delegado del Govern en los Balcanes, ha sido clausurada por Victoria Alsina, presidenta del distrito de Gràcia.
Romeva ha explicado cómo el deporte, y el fútbol concretamente, puede ser un «vector para romper estigmas y estereotipos, para humanizar y para construir sociedades más cohesionadas» y, para conseguirlo, ha resaltado la importancia de «construir referentes en positivo», como es hoy el fútbol femenino.
Por su parte, David Sow ha destacado la contribución de Street Soccer Barcelona para la inclusión de jóvenes inmigrantes y en situación vulnerable, como personas sin hogar. «A través del fútbol la asociación genera un espacio seguro y permite tejer redes. En el terreno de juego desaparecen todas las diferencias».
En la sesión se ha puesto de manifiesto la importancia del trabajo para la paz, por parte de entidades e instituciones, y de la educación, para hacer frente a los discursos de odio.
A partir del miércoles 2 de julio, las entidades y centros de investigación propuestos como beneficiarios en esta resolución provisional tendrán que presentar el documento de aceptación de la subvención y la documentación requerida según las bases, dentro de un plazo de 10 días hábiles. En este mismo período, también se podrán presentar alegaciones, que se valorarán antes de resolver definitivamente la convocatoria.
El ICIP convoca anualmente estas dos líneas de subvenciones con el objetivo de fomentar la cultura de paz e impulsar la generación y la transmisión de conocimiento.
Proyectos incluidos en las resoluciones provisionales
En la convocatoria de subvenciones para proyectos de entidades destinadas al fomento de la paz, la resolución provisional incluye siete proyectos por un importe total de 80.000 euros:
Barrios seguros, barrios vivos: convivencia y seguridad comunitaria (Confederación de Asociaciones Vecinales de Cataluña)
Memorial de los desaparecidos en Argelia (Sodepau)
Tanta, tanta guerra (Asociación Colectivo de Periodistas Contrast)
Farenheit 441 (Asociación Náia, laboratorio social del conflicto y la justicia regenerativa)
Ahimsa: un proyecto de cocreación artística para tejer paz (ARC, Taller de Música, Fundación Privada)
Diálogos ecofeministas por la paz y la defensa de la tierra (Líbano-Cataluña) (CooperAcció)
Saltar (Asociación Auc. Audiovisuales para la Transformación)
En la convocatoria de subvenciones para trabajos de investigación en el ámbito de la paz R-ICIP, la resolución provisional incluye ocho proyectos con un importe global de 79.043,14 euros:
Genocidio e (in)acción: El rol de los tribunales nacionales en la implementación de obligaciones internacionales para la prevención del genocidio (Universitat Ramon Llull)
CIUDAD MEMORIA: Cartografías de guerra y reconstrucción desde la diáspora contemporánea (UPC)
DESPOL ¿Qué estamos haciendo mal? Espacios de reflexión con profesionales que trabajan la DESPOLarización de las masculinidades jóvenes (UPF)
Comer juntos: los iftars públicos como dispositivos de paz cotidiana (UAB)
La comunidad de origen hondureño en Girona: Análisis de vulnerabilidades, peligros y activos, y propuestas de actuación (UdG)
Transición energética, extractivismo y conflictos socioambientales: Mapeo de los conflictos y los impactos socioambientales vinculados a la expansión de la frontera extractiva de metales y minerales para la transición energética (IBEI)
La industria del genocidio: Del laboratorio de empleo a la legitimación europea – el viaje del know-how represivo israelí al Mediterráneo (Novact)
VERDE: Vigilancia y Estrategias de Resistencia frente a las demandas SLAPP contra el activismo ambiental (URV)
Se pueden consultar los proyectos subvencionados en anteriores ediciones en la sección de la web dedicada a las Subvenciones.
Los días 25 y 26 de mayo, el ICIP acogió dos actividades con la geógrafa y activista Ruth Wilson Gilmore, una de las voces más relevantes del pensamiento abolicionista contemporáneo. A lo largo de sus intervenciones en Barcelona, Gilmore abordó las limitaciones estructurales del sistema penal y defendió la abolición como práctica colectiva centrada en la reparación del daño y orientada a construir sociedades más justas, solidarias y libres de violencia.
Domingo 25 de mayo – Feria Literal
Con el título «Abolir la industria del castigo: retos y prácticas políticas para la emancipación», la primera sesión tuvo lugar en la Feria Literal, guiada por la investigadora Ainhoa Nadia Douhaibi. Gilmore expuso algunas de las ideas centrales de su pensamiento, como la noción de la abolición entendida como una emancipación en ensayo, un proceso constante para crear espacios de libertad y relaciones transformadoras.
También analizó lo que ella denomina el “complejo industrial penitenciario”, donde destacó cómo el sistema penal organiza de manera eficiente los recursos estatales (tierra, trabajo, capital y autoridad) para contener poblaciones y reproducir desigualdades. Este modelo prioriza la represión y el castigo por encima de los servicios esenciales, especialmente en contextos de recortes y austeridad.
Para Gilmore, la libertad es un lugar que se construye colectivamente, y la labor abolicionista no consiste únicamente en eliminar prisiones, sino en crear alternativas reales y sostenibles basadas en el cuidado, la responsabilidad comunitaria y la justicia restaurativa.
Lunes 26 de mayo – La Modelo
El segundo encuentro tuvo lugar en el salón de actos de La Modelo, un espacio con una carga simbólica evidente ya que fue la cárcel de Barcelona. Con el título “Seguridad y justicia: modelos alternativos al punitivismo”, la sesión contó con la facilitación de Basha Changue (activista afrofeminista) y la participación de Áurea Martín (Cerramos los CIE), Iñaki Rivera (UB) y Laia Serra (abogada penalista), y fue inaugurada por la Síndica de Greuges, Esther Giménez-Salinas.
Gilmore hizo hincapié en que el abolicionismo es un modelo, y no un horizonte, y defendió un internacionalismo “desde abajo” que conecte luchas diversas y genere complicidades entre personas y colectivos que resisten en todo el mundo. Planteó tres imperativos para la abolición: debe ser verde (sostenible), roja (contra el capitalismo racial) e internacionalista (conectada y plural).
A lo largo del diálogo, también se reflexionó sobre los retos y contradicciones que supone el uso estratégico de las herramientas jurídicas dentro de los movimientos abolicionistas, remarcando que la respuesta colectiva a las violencias debe ir más allá del castigo y promover formas comunitarias de resolución de conflictos y reparación.
Un pensamiento con raíces comunitarias y transformadoras
Con una trayectoria que combina academia y activismo, Ruth Wilson Gilmore es cofundadora de colectivos como Critical Resistance e INCITE! y autora de obras como Golden Gulag y Abolition Geography.
Su visita a Barcelona, organizada por el área de trabajo «Alternativas de seguridad» del ICIP, ofreció una oportunidad única para abrir espacios de reflexión colectiva sobre cómo repensar la seguridad, la justicia y la libertad desde una perspectiva transformadora, no punitiva y con raíces comunitarias. Esta mirada enlaza con el trabajo del ICIP para promover modelos de seguridad centrados en la construcción de paz, garantía de derechos y superación de todas las formas de violencia estructural.
Este mes de mayo se han publicado las dos convocatorias de subvenciones del ICIP destinadas a fomentar las iniciativas y los proyectos de fomento de la cultura de paz, con un importe global de 80.000 euros cada una.
Se puede consultar las convocatorias, junto con una guía informativa, en el apartado de Subvenciones de la web del ICIP, donde también se especifican los proyectos subvencionados en las anteriores ediciones. Para resolver dudas, se ha habilitado el siguiente correo electrónico: convocatories@icip.cat.
El ICIP convoca anualmente dos líneas de subvenciones con el objetivo de fomentar la investigación en el ámbito de la cultura de paz y permitir la transmisión de conocimiento.
El ICIP ha presentado en rueda de prensa el estudio «El arraigo de las ideas involucionistas y belicistas en Cataluña» (Informe ICIP, 24/2025, disponible en catalán). El trabajo, realizado por el periodista y analista de datos Roger Tugas i Vilardell, analiza qué sectores de la población catalana defienden más las ideas contrarias a los valores democráticos, los derechos humanos y la paz, como el racismo, el machismo, la LGTBIfobia o el militarismo.
Los datos se han extraído de siete encuestas de instituciones públicas. Se ha realizado un análisis en profundidad de la Encuesta ICIP 2022 “Convivencia y cohesión en Cataluña” y la Encuesta ICIP 2023 “Convivencia y seguridad en Cataluña”, y se han estudiado sondeos complementarios sobre valores y hábitos del CEO y el CIS del año 2023, así como la Encuesta Social Europea. Los datos de un total de 130 preguntas se han cruzado a partir de diferentes variables: edad, sexo, nivel de estudios, tamaño del municipio de residencia, grado de confianza social, renta o preocupación por la seguridad.
El estudio forma parte de la línea de trabajo «Diálogo social y político«, con el objetivo de fomentar la convivencia, el diálogo y la cohesión social en Cataluña. Según ha explicado el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, «es fundamental saber gestionar la discrepancia y los conflictos de manera constructiva, y por eso queremos entender en cuáles de la sociedad arraigan más los valores antidemocráticos y qué factores explican estas actitudes, con una mirada amplia y huyendo de las respuestas simplistas».
Principales conclusiones
El estudio confirma que los planteamientos machistas, homófobos, transfóbicos, racistas, autoritarios y belicistas arraigan más entre los hombres, especialmente los chicos jóvenes, y entre las personas que tienen poca confianza social, más preocupadas por la seguridad o el incivismo y con dificultades económicas.
Sin embargo, no se percibe una tendencia generacional hacia posturas más conversadoras: la gente joven no es menos feminista ni más racista que el conjunto de la sociedad. Por el contrario, la juventud defiende más el derecho al aborto, los derechos LGTBI y las nuevas formas de relación sexoafectivas. Asi mismo, los jóvenes sí que defienden más el punitivismo y la defensa militar.
Según el autor del estudio, Roger Tugas y Vilardell, «las personas que más abrazan las ideas involucionistas son aquellas que padecen incertidumbres, inseguridades y miedos ante un horizonte pesimista, marcado por la precariedad y una sociedad cambiante«. Este perfil identifica a los jóvenes, en su mayoría hombres, un colectivo muy expuesto en las redes sociales -donde predominan discursos de odio-, con dificultades económicas para emanciparse y con un bagaje político menos consolidado y, por tanto, más permeables a adoptar ideas nuevas. Pero el autor descarta que sea exclusivamente una cuestión generacional y de género, sino multifactorial.
En este sentido el director del ICIP ha destacado que a menudo se criminaliza a los chicos jóvenes como seguidores de las ideas de extrema derecha pero «hay actitudes retrógradas en todos los segmentos de la sociedad».
Cruce de variables
A partir del cruce de distintas variables, el estudio constata que la percepción de la convivencia está relacionada con las expresiones de racismo, intolerancia o militarismo. Por ejemplo, entre las personas que creen que la convivencia en su barrio/municipio es muy mala, sólo el 43% vería bien que un hijo o hija se casara con una persona refugiada. En cambio, entre las personas que creen que la convivencia es muy buena, el porcentaje de aceptación asciende al 67%. Asimismo, las personas que manifiestan que la convivencia en su barrio/municipio es muy mala son más propensas a defender el gasto militar.
El análisis permite también establecer una relación entre la percepción personal de éxito o fracaso y la valoración de la inmigración. Un 58% de las personas que se perciben como perdedoras afirman que los inmigrantes delinquen más que a las personas autóctonas. Entre las personas que se perciben como ganadoras sólo lo cree el 25%.
Por otro lado, el estudio aporta conclusiones a partir del cruce de las variables edad-género y edad-uso de la violencia. En el primer caso, el informe constata que los hombres son más machistas que las mujeres y, en particular, la diferencia es más notable en el caso de jóvenes. Según los datos analizados, el 23% de los jóvenes (hasta 30 años) están muy o bastante de acuerdo con la afirmación “los hombres son mejores líderes políticos que las mujeres”, y un 20% cree que la violencia de género es un invento del feminismo. Asimismo, según el estudio, uno de cada tres jóvenes estaría dispuesto a utilizar la violencia para defender sus ideas y valores, doce puntos más que cualquier otra franja de edad.
Espacio web interactivo
El estudio se complementa con la creación de un espacio web que ofrece la posibilidad de interactuar directamente con los datos, a partir del cruce de múltiples variables como el género, la edad, el nivel de estudios y el grado de confianza, entre otros. Concretamente, la página permite explorar los datos en función de cuatro apartados: Edad y género, Confianza social, Precariedad material y Sensación de inseguridad.
El espacio web agrupa unos setenta gráficos, los cuales también se pueden consultar por temáticas: Machismo, LGTBIFobia, Racismo, Militarismo y Tolerancia con la diferencia.
El proyecto Ágora inicia su sexta edición esta primavera con una nueva convocatoria dirigida a personas comprometidas con la escucha, el diálogo y la convivencia. Impulsado por el ICIP, en colaboración con el Centro de Estudios de Temas Contemporáneos, la Fundación Lluís Coromina y con la participación especial de La Casa dels Clàssics, Ágora sigue apostando por la lectura como punto de partida para un diálogo profundo entre personas con trayectorias e ideologías diversas.
Las sesiones de esta edición se celebran los días 26 de abril, 17 de mayo y 7 de junio, con la participación de tres ponentes de referencia: Raül Garrigasait, escritor y traductor; Begoña Roman, filósofa y especialista en ética; y Ferran Requejo, politólogo y experto en teoría democrática.
Los textos clásicos vuelven a ser el hilo conductor para abordar retos contemporáneos: La ira, de Séneca; La amistad, de Cicerón; y Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucídides. Más allá de la reflexión individual, estos textos actúan como espejo y puente para conversaciones compartidas.
Perfiles diversos y comprometidos
El grupo de esta sexta edición está formado por 18 participantes con perfiles diversos y comprometidos. Entre ellos figuran personas como Rosa Lluch, profesora de Historia; Ferriol Soria, director de la Fundación Ernest Lluch; Karlos Castilla, del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña; o Anna Ayuso, investigadora del CIDOB. También participan representantes de entidades vecinales, como Dolors Manté, de la Taula pel Diàleg del Guinardó, así como profesionales de ámbitos diversos: desde el derecho, como Sebastià Esteban y Guillermo Vidal-Quadras, hasta las artes, como Bet Pahissa, pasando por la educación, la gestión pública, la investigación para la paz o el mundo empresarial. También se incorporan voces jóvenes como la de Manel Mesa, estudiante vinculado al colectivo “S’ha acabat”, y Yero Bhoye Coulibaly, originario de Guinea y en proceso de solicitud de asilo, que aporta una valiosa perspectiva desde la experiencia migratoria y comunitaria.
El coordinador del proyecto, Pablo Aguiar, destaca que Ágora “se consolida como un espacio seguro y transformador, donde las diferencias no se esquivan, sino que se abordan con valentía y respeto. Es una apuesta por despolarizar a través de la cultura, la palabra y la confianza”.
Tras cinco ediciones, Ágora se mantiene como una propuesta singular en el ámbito catalán para fomentar la convivencia democrática y la cohesión social mediante el diálogo y la reflexión compartida.
En este vídeo, recogemos las impresiones de los participantes de una de las ediciones del proyecto:
El historiador y activista israelí por la paz y los derechos humanos, Meir Margalit, ha visitado el mes de marzo Barcelona para participar en Festival de Cine y Derechos Humanos de Cataluña, Impacte!. Durante su estancia el ICIP ha acogido la sesión de análisis «El eclipse de la sociedad israelí», un espacio de reflexión sobre la deriva política y social de Israel, organizado conjuntamente con las organizaciones FundiPau y Novact.
Durante la sesión Margalit –autor del libro El eclipse de la sociedad israelí– ha abordado cómo el miedo, el militarismo y el mesianismo marcan la sociedad israelí actual, y consolidan un sistema donde el ejército domina la vida pública, la extrema derecha gana influencia y la posibilidad de paz parece cada vez más lejana. «Hoy nadie habla de paz, se habla de hudna (tregua). La paz será para la próxima generación», ha afirmado.
Según Margalit, el sionismo se encuentra en plena crisis, una realidad que el 7 de octubre de 2023 puso aún más en evidencia. «La promesa de seguridad para el pueblo judío en Israel ha quedado desmentida por los hechos, y esto abre un debate profundo sobre el futuro del país. El sionismo ha fracasado. Para que haya una solución al conflicto entre Israel y Palestina, Israel debe dejar de ser sionista», ha afirmado.
Además, Margalit ha alertado sobre el estado de neurosis colectiva que vive la sociedad israelí, donde el miedo constante impide la reflexión y el pensamiento crítico y justifica políticas cada vez más extremas. «Cuando un pueblo vive en un estado de tensión permanente, acaba perdiendo la capacidad de razonar y actúa movido por instintos primarios», ha advertido.
El encuentro ha tenido lugar el viernes 28 de marzo en la sede del ICIP y se ha convertido en un espacio de reflexión y debate sobre los retos y las incertidumbres que marcan el futuro de la región.
El Pleno del Parlamento de Cataluña ha nombrado este miércoles 12 de febrero a tres nuevos miembros de la Junta de Gobierno del ICIP entre los cinco candidatos presentados por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz.
De esta forma, por primera vez entran a formar parte del órgano de gobierno del ICIP Lurdes Vidal, exdirectora del Área de Mundo Árabe e Islámico del IEMED y profesora de Política Árabe en el IBEI, y Elena Jiménez-Botías, doctora en Ciencia Política por la Universidad de Barcelona. Por su parte, Marco Aparicio, profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Girona, renueva su mandato.
Con esta renovación de la Junta de Gobierno del ICIP finaliza su mandato Gemma Casal, antropóloga y profesora de la Universidad de Lleida, y la periodista e investigadora de CIDOB Carme Colomina.
La propuesta de los tres nuevos miembros fue aprobada por 99 votos a favor, 26 en contra y 6 abstenciones, en una votación secreta. Los tres candidatos han sido propuestos por los grupos del PSC-Units, Junts y ERC, de entre la lista de cinco miembros propuesta por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, para cubrir las vacantes actuales al fin de mandato. El Parlamento elige a siete de los diez miembros de la Junta de Gobierno del ICIP, que se renuevan parcialmente cada dos años y medio.
La Junta de Gobierno, de acuerdo con lo establecido en el artículo 6 de la ley 4/2007 de creación del ICIP, está integrada por diez miembros: siete escogidos por el Parlament de Catalunya y tres designados por el Govern de la Generalitat. En estos momentos está pendiente la renovación de los tres miembros designados por el Govern.
El auditorio del Parlament de Catalunya ha acogido este viernes 31 de enero la III Jornada de la Paz, una iniciativa de la mesa de la cámara organizada conjuntamente por el Consejo Catalán de Fomento de la Paz, Lafede.cat y el ICIP.
Con el título «Perspectivas africanas de paz: políticas y prácticas», la jornada ha sido seguida por más de doscientas personas, entre ellas una amplia representación de entidades e instituciones del movimiento por la paz y miembros de la diáspora africana. En el contexto convulso africano, un continente marcado por los conflictos armados y las relaciones coloniales, la jornada ha querido ser un espacio para reivindicar las experiencias africanas de construcción de paz y, al mismo tiempo, enriquecer el proceso de elaboración del proyecto Pla País de Pau, que debe culminar con la aprobación de una política pública de paz catalana.
Incluir las voces africanas en las políticas públicas
Precisamente con la mirada puesta en el Plan País de Pau, la jornada ha puesto de manifiesto la necesidad de escuchar, desde Catalunya, a las personas africanas en la diáspora e incluir sus voces y necesidades.
En este sentido, en la inauguración del acto, Remei Sipi, miembro de la Junta de Gobierno del ICIP y activista, ha enfatizado que «la paz no puede ser sostenible sino incluye todas las voces, especialmente las silenciadas», mientras que la copresidenta de Lafede.cat, Arés Perceval, también ha reivindicado la participación de la diáspora en las políticas públicas y la necesidad de que la política pública de paz sea antirracista.
Descolonizar y luchar contra el racismo
Otra cuestión de fondo de la jornada fueron las históricas relaciones coloniales con África y la responsabilidad internacional en los conflictos del continente.
En la conferencia inaugural, Florence N. Mpaayei, miembro del equipo Ad Hoc de Asesores Senior de Mediación, Género e Inclusión de Naciones Unidas, ha destacado que por la consecución de una paz estable en África hay que implicar “ tanto los actores internos como externos” y ha recordado que “las dinámicas de conflicto y paz en África están entrelazadas con el colonialismo histórico y las múltiples facetas complejas del imperialismo en África poscolonial”. Sin embargo, en su discurso ha hecho hincapié en diversas experiencias, innovadoras, de construcción de paz, mediación y reconciliación que han tenido lugar en diferentes contextos africanos, como por ejemplo en Sudáfrica, Ruanda, Kenia o Nigeria, y ha reivindicado el rol de la sociedad civil, y especialmente las mujeres y jóvenes, en los procesos de transformación.
El expolio de recursos naturales en África y la dependencia del continente también ha sido parte del debate de la primera mesa redonda de la jornada, que ha contado con las intervenciones de Sani Ladan, analista geopolítico y experto en relaciones internacionales y migraciones; Bombo Ndir, activista y defensora de los derechos humanos, y Jean-Bosco Botsho, presidente de la Asociación Africana y Catalana de Cooperación, AFRICAT.
Sani Ladan ha destacado que hay que «descolonizar las relaciones internacionales» y ha criticado las políticas de cooperación: «África es un actor con voz propia pero no se le escucha y la cooperación internacional al desarrollo se ha convertido en un instrumento de chantaje que crea dependencia”. Según Ladan es prioridad «establecer relaciones de igual a igual con África» y «escuchar las voces africanas». Por su parte, el activista Bombo Ndir, ha afirmado que «para construir paz todas las voces deben estar representadas» y ha reivindicado especialmente incluir las voces de las mujeres en los espacios de decisión.
Asimismo, tanto Ladan como Ndir han alertado sobre el «racismo sistémico» existente, «social e institucional» y los discursos de odio: «el racismo rompe la convivencia y la paz», ha denunciado Ndir. Precisamente, en el transcurso de la jornada, varias intervenciones han querido recordar al joven sin techo senegalés Bakari Diba, fallecido en el parque de la Ciutadella de Barcelona, junto al propio Parlament. Un caso que la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en Cataluña ha denunciado como ejemplo de la «violencia institucional» que sufren las personas migradas.
Por su parte, el presidente de la asociación AFRICAT, Jean-Bosco Botsho, ha destacado la importancia de poner el acento en la prevención de conflictos.
Intervención de los grupos parlamentarios
La segunda mesa se ha centrado en las relaciones Catalunya-África y ha contado con las intervenciones de cinco grupos políticos: Neus Comes, diputada del PSC; Ennatu Domingo, diputada de Junts; Adrià Guevara, secretario de Relaciones Internacional de ERC; Viviane Ogou, en representación de Comuns; y Pat Sillah, de la CUP.
Todos ellos han puesto de relieve la necesidad de incluir voces africanas en el futuro Plan País de Pau y han destacado la importancia de establecer una relación de igual a igual entre Cataluña y África y contar con la participación de actores locales.
Por último, el presidente del Parlament, Josep Rull, ha cerrado la III Jornada de la Paz del Parlament, destacando la larga trayectoria de Cataluña en el fomento de la paz y como país de acogida. En un contexto convulso, marcado por los discursos de odio y la era de la posverdad, Rull ha afirmado que «defender la paz es un ejercicio de fortaleza colectiva que da sentido a la humanidad».
Durante más de cincuenta años, Angela Davis ha estado en la primera línea en movimientos feministas y por la abolición de las prisiones, así como en la lucha contra la violencia de estado y la opresión.
Abolició. Polítiques, pràctiques, promeses (Abolición. Políticas, prácticas, promesas) es el resultado de décadas de pensamiento en acción con la voluntad de seguir contribuyendo al debate sobre seguridad y prisiones. Unos trabajos que abordan la historia de la práctica y el pensamiento abolicionista de las prisiones en Estados Unidos y en todo el mundo, las contribuciones singulares de las mujeres en estas luchas, e historias y lecciones de organización dentro y fuera de los muros de las prisiones.
La obra condensa la trayectoria de quien se ha convertido en uno de los máximos referentes del movimiento abolicionista. Una lectura esencial para todo el mundo que imagine un mundo sin prisiones.
Traducido por Lola Fígols Fornell al catalán y con una ilustración de MilVietnams, este volumen recoge los textos más significativos de la activista y pensadora, ofreciendo una reflexión profunda e incisiva sobre la historia y el futuro del abolicionismo.
Una obra clave para entender el abolicionismo contemporáneo
Davis explora en Abolició la historia del pensamiento y la práctica abolicionista, destaca el papel fundamental de las mujeres en estas luchas y ofrece valiosas lecciones sobre organización colectiva. Sus escritos abordan temáticas diversas con una visión interseccional que combina género, clase y raza para analizar las estructuras represivas que nos impiden imaginar futuros socialistas y justos.
La reivindicación del abolicionismo: Davis propone imaginar nuevas formas de garantizar la salud y la seguridad públicas. Argumenta que la brutalidad policial, la detención de migrantes y el control carcelario requieren estrategias abolicionistas para construir un futuro más habitable.
Esclavitud y prisión: La autora analiza la continuidad entre la esclavitud y el sistema penitenciario moderno, centrándose en el sistema de alquiler de prisiones en Estados Unidos y cómo éste perpetúa estructuras racistas y capitalistas.
Racialización de la delincuencia: Davis examina cómo la criminalización de las comunidades negras ha sido históricamente utilizada para justificar el encarcelamiento masivo, independientemente de la culpabilidad o inocencia de las personas afectadas.
La perspectiva interseccional: El encarcelamiento no es sólo una cuestión racial o económica, sino también de género. Davis aborda la violencia institucionalizada contra las mujeres encarceladas, desde negligencias médicas hasta abusos sexuales, y analiza cómo las mujeres negras sufren de forma desproporcionada este sistema.
El complejo industrial penitenciario: El libro explora cómo el sistema penal estadounidense actúa como una industria que genera beneficios, perpetuando desigualdades estructurales y consolidando el control social.
Sobre la autora
Angela Yvonne Davis (1944, Birmingham, Alabama) es profesora emérita de Historia de la Conciencia y de Estudios Feministas en la Universidad de California, Santa Cruz (EE.UU.). Activista, escritora y académica, su obra se centra en las prisiones, la policía y las intersecciones entre la raza, el género y la clase.
Con más de cincuenta años de activismo, Angela Davis ha sido una figura clave en los movimientos contra la violencia de estado, el racismo y la opresión de género. Es autora de muchos libros, entre los cuales ¿Podemos abolir las cárceles? (2020) y Mujeres, raza y clase (2022).
Coedición del ICIP y Tigre de Paper
Abolició es resultado de la colaboración entre el ICIP y Tigre de Paper, con la voluntad de difundir la cultura de paz entre la sociedad catalana. Este título amplía el catálogo de publicaciones propias del ICIP, que abordan relacionadas con la cultura de paz y la noviolencia. Concretamente, la obra se enmarca en el área de trabajo “Alternativas de seguridad” desde la que el ICIP aborda el análisis del punitivismo y la cultura del castigo, con el propósito de profundizar en modelos de seguridad que permitan gestionar y transformar las violencias de forma más humana, justa y eficaz.
El ICIP ha apoyado activamente la celebración del Congreso Mundial sobre Desapariciones Forzadas que ha tenido lugar en Ginebra (Suiza) los días 15 y 16 de enero, organizado por la Iniciativa por la Convención contra las Desapariciones Forzadas (CEDI) y las Naciones Unidas.
Una delegación del ICIP, encabezada por el director Kristian Herbolzheimer, ha participado en el evento, que ha reunido a organizaciones de la sociedad civil, incluidas asociaciones de familias, Estados, organismos internacionales y expertos, con el objetivo de acordar una estrategia común y un plan de acción para promover la ratificación y la implementación de la Convención contra las Desapariciones Forzadas y facilitar el diálogo intergubernamental.
El evento ha contado con el apoyo de numerosas instituciones, entre ellas el ICIP, que ha impulsado la visión de paz en la lucha contra las desapariciones. Este análisis parte de la línea de trabajo «Desapariciones Forzadas», que tiene el propósito de profundizar en la conceptualización del vínculo entre la lucha contra las desapariciones forzadas y la construcción de paz.
Concretamente, la labor del ICIP en esta temática se centra en el acompañamiento y apoyo a colectivos de familiares de personas desaparecidas y esto implica a la vez incorporar una perspectiva de género, ya que en la mayoría de los casos estos colectivos están encabezados por mujeres, que lideran las acciones de búsqueda.
En la ceremonia inaugural del Congreso, el director del ICIP, Kristian Herbolzheimer, ha destacado que “las personas que buscan familiares desaparecidos, con su reivindicación de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición, son también promotoras y garantes de la paz y la democracia» y ha añadido que el ICIP tiene el compromiso de «seguir acompañando a las personas buscadoras, sobre todo mujeres» y difundir su reconocimiento como «constructoras de paz».
El ICIP también ha tomado la palabra en la sesión de clausura del Congreso. En este caso, la responsable de Alianzas Estratégicas, Sílvia Plana, ha puesto de relieve la necesidad de «construir redes y espacios de conexión entre colectivos de personas buscadoras» y ha reivindicado la necesidad de «movilizar a los estados y la sociedad civil» para fortalecer la lucha contra las desapariciones forzadas y adoptar una perspectiva de género. «Tenemos mucho que aprender de las mujeres buscadoras», ha afirmado.
La voz de las mujeres buscadoras de personas desaparecidas también ha sido protagonista en el Congreso, en la mesa redonda «Los impactos de las desapariciones forzadas en las mujeres», organizada por el ICIP y moderada por la técnica Sabina Puig. Han participado mujeres de Siria, Gambia, Filipinas, México y Perú, quienes, desde diferentes experiencias, han puesto de manifiesto la impunidad ante el fenómeno de las desapariciones forzadas y el doloroso camino para exigir justicia y conseguir la verdad.
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La labor del ICIP en el acompañamiento de mujeres buscadoras se inició en el Encuentro internacional de familiares de personas desaparecidas, organizado en noviembre de 2023 en Barcelona y que reunió a una veintena de mujeres, víctimas o familiares directos de desaparecidos.
Las experiencias de ese primer encuentro se han recogido en el Informe ICIP Conversaciones con mujeres buscadoras, elaborado por la investigadora de Baketik Maider Maraña.
Asimismo, el análisis del ICIP sobre el vínculo entre la lucha contra las desapariciones y la construcción de paz se ha recogido en la nota conceptualAportaciones de la mujeres buscadoras en la construcción de paz, elaborada por Sílvia Plana y Sabina Puig , y presentada en el Congreso de Ginebra.
Este mes de enero el ICIP ha abierto la convocatoria del Premio ICIP Construcción de Paz 2025, que tiene como objetivo galardonar y reconocer públicamente personas, entidades o instituciones que han trabajado y han contribuido de una manera destacada y dilatada en el fomento y la construcción de la paz
Es la demimocuarta edición del galardón y la convocatoria estará vigente hasta el 14 de abril de 2025.
El Premio ICIP Construcción de Paz tiene una dotación económica de 6.000 euros y consiste en un reconocimiento público, una escultura creada por el Premio Nobel de la Paz, artista y activista Adolfo Pérez Esquivel, llamada Puerta del Sol.
Pueden optar al galardón personas o colectivos de todo el mundo con una vasta trayectoria en la construcción y el fomento de la paz. La presentación de solicitudes se enviará preferiblemente por vía electrónica a través del portal de Trámites de la Generalitat de Catalunya. También se pueden presentar candidaturas presencialmente a cualquier registro de la Generalitat de Catalunya.
Personas y colectivos premiados
En anteriores ediciones, el jurado ha galardonado personas y colectivos a nivel internacional: el activista e investigador Vicenç Fisas (2024), las asociaciones Mujeres víctimas de la guerra de Bosnia y Hercegovina y Niños olvidados de la guerra (2023), el tejido asociativo del País Vasco en favor de la paz (2022), la activista congoleña Julienne Lusenge (2020), el Colectivo de Familias de Personas Desaparecidas en Argelia (2019), la organización mexicana Cauce Ciudadano (2018), el activista Arcadi Oliveres (2017), la ONG Brigadas Internacionales de Paz (2016), el padre capuchino Joan Botam (2015), la organización WILPF (2014), el exgeneral Jovan Divjak (2013), las Madres de Soacha (2012), y la lucha de objetores e insumisos simbolizados Pepe Beúnza (2011). El año 2011 también se reconoció con una edición extraordinaria del premio el Parlament de Catalunya.